Podría empezar enumerando todos los éxitos que hay en la hoja de vida de Simón Brand y contar, por ejemplo, que la revistaVariety, una de las más importantes en la meca del cine, afirma que él forma parte de los 40 latinoamericanos más influyentes en Hollywood. De hecho Simón se dio el lujo de hacer su primera película para cine teniendo como protagonista a James Caviezel (el protagonista de La pasión de Cristo) y sentarse, en el estreno de Mentes en Blanco, su opera prima, al lado de su ídolo musical, Gustavo Cerati. Pero los títulos son demasiado pretenciosos para su sencillez.
Tuve la oportunidad de verlo trabajar en vivo y en directo. La cita era en un edificio en construcción donde tenía que terminar un par de escenas para su próxima cinta. Y ahí estaba, en jeans y camiseta, con su pelo desordenado y una barba que apenas empezaba a asomarse. Me pareció alto, pero en realidad es el afro de su pelo el que le hace ganar varios centímetros. Lo observé durante horas; trata a los actores como si fueran sus mejores amigos, no grita, es paciente, repite la escena una y otra vez hasta que siente algo en el estómago que le indica que la imagen esta perfecta. Es instintivo.
Una vez terminada la escena se van los actores, las luces, las cámaras e improvisamos un par de bancas para sentarnos.
¿Qué hizo con la primera cámara que llego a sus manos?
Eso fue hace mucho tiempo, en el colegio, y con mis amigos hacíamos novelas. Vivíamos en el Chico y por esa época daban Miami Vice, entonces hacíamos una parodia sobre Chico Vice, lo mismo que con la serie Los Magníficos. Yo sentía que estaba haciendo una cosa reimportante.
Cómo supo que esa iba hacer su profesión?
Yo nací con esta bendición y supe que quería hacer esto desde que tengo uso de razón. A los 13 años me di cuenta que lo que yo quería hacer era cine, televisión y estar detrás de cámaras.
Y cómo se pasa la prueba de fuego en Hollywood?
Teniendo credibilidad. Y teniendo al menos una película que sea medianamente exitosa. Un amigo que ya ha hecho varias películas me dijo que lo único importante uno en esta ciudad es que los actores quieran seguir trabajando con uno. No importa si las películas hacen plata. Lo importante es que los actores quieran volver a trabajar contigo.
Cómo ha sido la experiencia de tener que lidiar con los egos de las estrellas?
Eso es lo más tenaz. Me di cuenta que eso es desafortunadamente la primera cosa que nunca aprendí y que me toco manejar por puro instinto. Uno es como un profesor de kinder con niños chiquitos. En esta película estaba trabajando con cinco actorazos. Uno de ellos nominado al Oscar, otro a un Goleen Globe y otro que acababa de hacer La Pasión de Cristo, una de las películas más taquilleras de la historia. Hay mucha presión pero también me di cuenta que lo que hay son egos y hay que aprender a manejarlos.
Quién busca a quién a la hora de hacer una película?
No hay reglas. En este caso yo leí el guión, me enteré que los derechos los tenían unos productores y yo fui a hacer mi propuesta de cómo haría esa película. El guión estaba de una manera y yo se los planteé de otra. Y eso fue lo que les gustó y por eso me contrataron.
Quién selecciona a los actores?
La selección si la hice yo. Pero obviamente con ayuda de la productora. Yo les di una lista y ellos debieron pensar este man tan ambicioso que quiere trabajar con estos duros y con tan bajo presupuesto (3 millones de dólares).
Qué busca a la hora de elegir un guión?
Algo que me mueva. Así sea una comedia o drama, me tiene que mover la aguja, el lado emocional, susto, miedo, algo. Y con “Mentes en blanco” me gustó hacerse la pregunta sobre la esencia humana. Si a ti te borran hoy la mente y mañana amaneces, sigues siendo la misma persona que eras antes o comienzas una nueva persona. En esencia quién eres tú? Una buena o mala persona?
En esa película también participa Amparo Grisales. De qué se trata el papel de ella?
Es un papel pequeño. Ella vivía en Los Ángeles y yo tenia un papel abierto y la llame para ver si me ayudaba y me ayudo. Era como el papel perfecto para ella y a mí siempre me ha parecido que es una de las grandes actrices que hay en el país.
Cómo es un día de rodaje?
Tu me dirás…lo estas presenciando. ¿Para Simón? Uno se prepara el día anterior, haces un resumen en tu cabeza, visualizas las acciones. El día del rodaje es una puesta en escena de lo que ya tienes en la cabeza. El día de rodaje es simplemente poner en práctica todo lo que se ha planeado durante tanto tiempo.
Qué otros proyectos tiene en mente…
Por ahora estoy terminando la dirección de Paraíso Travel, la novela de Jorge Franco. También sigo haciendo videos de vez en cuando, comerciales y leyendo guiones.
Y su próximo reto?
Tener un hijo. Ojala lleguen pronto porque Claudia y yo queremos. (Se refiere a Claudia Bahamon, su esposa desde hace tres años)
Seguramente, mientras termino de escribir esta nota, Simón va de regreso a Los Ángeles, donde vive, y no me cabe la menor duda, que al igual que en el avión en el que se encuentra, su carrera también va por las nubes. Pero si alguien me preguntara, diría que incluso es mejor ser humano que director.
*Tomado de la Revista Alo No.482, 15 de junio de 2007
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