Una de las revistas britanicas más importantes, The Economist, publicó hace un par de días un artículo titulado "So near and yet so far". Es a propósito del bicentenario y tanta celebración que por estos días tiene a los países haciendo fiestas por cuenta de la famosa "independencia". En México, por cierto, se conmemora el próximo 16 de septiembre.
Parafraseando el artículo, Latinoamerica en términos generales ha crecido economicamente desde los años 60´s. Ha tenido momentos de crisis, propios de la recesión, pero con el cambio de política y la implementación del Consenso de Washington, ha sabido salir adelante. Luego vino la crisis del 98 al 2002, que según un experto del BID, también se "superó" gracias a la implementación de medidas mucho más pragmáticas. Yo no sé si los amigos de Argentina piensen igual y si la generalización tan macro de la región se ajuste a la realidad. Recuerdo que en Colombia nos fue, con el perdón de la expresión, como a los perros en misa, eso sin contar con la situación de violencia que se vivía por la época. Rescato, eso sí, que se separé a Cuba y Venezuela dentro del mismo paquete de países democráticos y estables porque hay que ver del dicho al hecho lo que en estos países hacen con las leyes, con los bancos, con las empresas y en general con todo lo que signifique "progreso", libertad y democracia.
De otra parte, si bien es cierto que latinoamerica despierta especial atracción para los inversionistas europeos, en el caso de Brasil, seguimos huérfamos de un liderazgo que ha sido asumido más bien por México. Si mal no recuerdo, Fernando Henriquez Cardoso, ex presidente de Brasil, en uno de sus libros decía que la mejor forma de definir a un país era preguntándose "cuál era su mayor aspiración y cuál su mayor temor". La respuesta para Brasil, sin duda alguna, en la primera pregunta es ser la potencia de la región, cosa que no ha sido y, en la segunda respuesta, no poder llegar ha serlo. Punto para México.
Si bien es cierto que en este preciso momento Europa, para los inversionistas asiáticos, no pasa por su mejor momento, no sé qué tan segura a largo plazo pueda ser la inversión en América Latina. Y para optimista yo! Acá creamos bloques regionales, en su mayoría económicos, pero que con la misma rapidez con la que se crean, se desbaratan. Para la muestra la CAN (Comunidad Andina de Naciones).
El artículo también señala que además de Brasil, las otras niñas bonitas en la mira inversionista son Chile, Colombia, Panamá y Perú. Y que la gente que sabe del tema, se refiere a la región como "la década latinoamericana".
Esta última parte me acuerda de una entrevista con Luis Alberto Moreno, actual presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, que decía que no es que América Latina, a propósito de la crisis de las pirámides, la hubiera sacado "barata", lo que pasa es que en la región, y en esto sí que hemos hecho carrera, tenemos doctorado en manejo de crisis financiera. Basta con poner el espejo retrovisor para ver por lo hemos pasado. De ahí que los "nuevos" inversionistas encuentren mayor estabilidad en el mercado latino que en el europeo e incluso en el norteamericano.
Pero, y acá vienen tres grandes peros, hay una realidad innegable y es que a la hora de la verdad no somos especialistas en nada. El artículo no lo dice explícitamente así pero jugando de local sabemos que la competitividad no es nuestro fuerte, que la distribución de la riqueza llega hasta donde los contactos alcancen y que la seguridad física, al mejor estilo de Pedro Navajas, está en cuidados intensivos.
En conclusión, latinoamerica está pasando por un buen momento pero...el cuarto de hora dura, lo que dura el cuarto de hora.
Enlace al artículo The Economist
Si bien es cierto que en este preciso momento Europa, para los inversionistas asiáticos, no pasa por su mejor momento, no sé qué tan segura a largo plazo pueda ser la inversión en América Latina. Y para optimista yo! Acá creamos bloques regionales, en su mayoría económicos, pero que con la misma rapidez con la que se crean, se desbaratan. Para la muestra la CAN (Comunidad Andina de Naciones).
El artículo también señala que además de Brasil, las otras niñas bonitas en la mira inversionista son Chile, Colombia, Panamá y Perú. Y que la gente que sabe del tema, se refiere a la región como "la década latinoamericana".
Esta última parte me acuerda de una entrevista con Luis Alberto Moreno, actual presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, que decía que no es que América Latina, a propósito de la crisis de las pirámides, la hubiera sacado "barata", lo que pasa es que en la región, y en esto sí que hemos hecho carrera, tenemos doctorado en manejo de crisis financiera. Basta con poner el espejo retrovisor para ver por lo hemos pasado. De ahí que los "nuevos" inversionistas encuentren mayor estabilidad en el mercado latino que en el europeo e incluso en el norteamericano.
Pero, y acá vienen tres grandes peros, hay una realidad innegable y es que a la hora de la verdad no somos especialistas en nada. El artículo no lo dice explícitamente así pero jugando de local sabemos que la competitividad no es nuestro fuerte, que la distribución de la riqueza llega hasta donde los contactos alcancen y que la seguridad física, al mejor estilo de Pedro Navajas, está en cuidados intensivos.
En conclusión, latinoamerica está pasando por un buen momento pero...el cuarto de hora dura, lo que dura el cuarto de hora.
Enlace al artículo The Economist
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